En Venezuela, así como otros países de la región va en aumento la negativa de algunos escolares a asistir a clases. Niños y adolescentes, hembras y varones, que por lo general suelen ser responsables en sus tareas, comienzan a bajar el rendimiento, alegar dolores de estómago o cabeza, incluso malestar general sin causa física conocida.
 Una de las funciones de la escuela, es permitir la socialización del niño desde edades tempranas. La escuela es el sitio donde se aprende a convivir bajo normas estructuradas, que permitirán más adelante la integración en la sociedad. Sin embargo, desde años recientes se ve un incremento en los casos de acoso escolar.
El desconocimiento del acoso escolar, o bulliying, por parte del personal docente y administrativo contribuye con el aumento de los casos.
Pero ¿Qué es el bulliying o acoso escolar? Y ¿Cómo se puede reconocer?
Dado que la relación de los niños en las aulas, conlleva a la formación de grupos con afinidad de género, social o deportiva. Se generan relaciones asimétricas, en ocasiones en estos grupos. Los niños o jóvenes, más vulnerables son aquellos que se destaquen por su singularidad. El irrespeto a la diversidad humana es caldo de cultivo de bromas pesadas.
La definición clásica de Olweus, pionero en la investigación del acoso. “Es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir por sus propios medios”
La característica más resaltante es la ventaja de quien perpetra la agresión sobre quien la sufre. Y su manifestación grupal.
Se suele describir al agresor como alguien con dificultad para el control de los impulsos, agresivo, incapacidad para ejercer la empatía, y con cierta popularidad entre sus compañeros. Sin embargo, esto no es así en todos los casos.
En el acoso escolar, el grupo suele planificar con antelación sus agresiones. Por lo que se presenta premeditación, más que impulsividad. Y en muchos casos, los agresores son populares entre los docentes. En Venezuela, se le suele denominar “chalequeo” en lugar de ser vista como acoso.
Las formas preferidas de acoso escolar, suele ser la exclusión social y la agresión verbal. Aunque en ocasiones pasa el límite de lo asociar cuando le roban al alumno, o  es humillado al exponerlo sin ropa. Es fácil que un grupo agresor rompa la línea hacia la transgresión ante la impasividad de las autoridades escolares.

“Las medidas de prevención han de dirigirse al conjunto de la comunidad educativa: al profesorado, que debe compartirlas, desarrollarlas y actuar conjuntamente; al alumnado, promoviendo su implicación directa y a las familias, que deben percibir que el centro se preocupa y sabe cómo actuar”


Fuente: Defensor del Menor en la comunidad de Madrid. la actuación ante el maltrato entre iguales en el centro educativo guía para el profesorado. Madrid.
 http://www.madrid.org/dat_norte/WEBDATMARCOS/supe/convivencia/materiales/guiaprotocoloacoso.pdf (visto octubre, 2013)

Autora: Lic. Milagro Mendoza Twitter:@MilagroMendoza email: psi-milagromendoza@hotmail.com
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" /> Acoso escolar, ¿cómo evitarlo?, por @MilagroMendoza

Acoso escolar, ¿cómo evitarlo?, por @MilagroMendoza

/ 2 diciembre 2013

Aulas y estudiantes (Foto: Ministerio Educación)

En Venezuela, así como otros países de la región va en aumento la negativa de algunos escolares a asistir a clases. Niños y adolescentes, hembras y varones, que por lo general suelen ser responsables en sus tareas, comienzan a bajar el rendimiento, alegar dolores de estómago o cabeza, incluso malestar general sin causa física conocida.

 Una de las funciones de la escuela, es permitir la socialización del niño desde edades tempranas. La escuela es el sitio donde se aprende a convivir bajo normas estructuradas, que permitirán más adelante la integración en la sociedad. Sin embargo, desde años recientes se ve un incremento en los casos de acoso escolar.
El desconocimiento del acoso escolar, o bulliying, por parte del personal docente y administrativo contribuye con el aumento de los casos.
Pero ¿Qué es el bulliying o acoso escolar? Y ¿Cómo se puede reconocer?
Dado que la relación de los niños en las aulas, conlleva a la formación de grupos con afinidad de género, social o deportiva. Se generan relaciones asimétricas, en ocasiones en estos grupos. Los niños o jóvenes, más vulnerables son aquellos que se destaquen por su singularidad. El irrespeto a la diversidad humana es caldo de cultivo de bromas pesadas.
La definición clásica de Olweus, pionero en la investigación del acoso. “Es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir por sus propios medios”
La característica más resaltante es la ventaja de quien perpetra la agresión sobre quien la sufre. Y su manifestación grupal.
Se suele describir al agresor como alguien con dificultad para el control de los impulsos, agresivo, incapacidad para ejercer la empatía, y con cierta popularidad entre sus compañeros. Sin embargo, esto no es así en todos los casos.
En el acoso escolar, el grupo suele planificar con antelación sus agresiones. Por lo que se presenta premeditación, más que impulsividad. Y en muchos casos, los agresores son populares entre los docentes. En Venezuela, se le suele denominar “chalequeo” en lugar de ser vista como acoso.
Las formas preferidas de acoso escolar, suele ser la exclusión social y la agresión verbal. Aunque en ocasiones pasa el límite de lo asociar cuando le roban al alumno, o  es humillado al exponerlo sin ropa. Es fácil que un grupo agresor rompa la línea hacia la transgresión ante la impasividad de las autoridades escolares.
  • ¿Qué hacer?
  • ü  Prevención
  • ü  Intervención
  • ü  Actuación
  • ü  Seguimiento

“Las medidas de prevención han de dirigirse al conjunto de la comunidad educativa: al profesorado, que debe compartirlas, desarrollarlas y actuar conjuntamente; al alumnado, promoviendo su implicación directa y a las familias, que deben percibir que el centro se preocupa y sabe cómo actuar”
  • ü  Hablar con los implicados
  • ü  Entrevistarse con los alumnos y sus familias.
  • ü  Revisar la información disponible.
  • ü  Fomentar la participación en inter grupos.
  • ü  Mostrar la postura de la institución al no tolerar tales conductas.

Fuente: Defensor del Menor en la comunidad de Madrid. la actuación ante el maltrato entre iguales en el centro educativo guía para el profesorado. Madrid.
 http://www.madrid.org/dat_norte/WEBDATMARCOS/supe/convivencia/materiales/guiaprotocoloacoso.pdf (visto octubre, 2013)

Autora: Lic. Milagro Mendoza Twitter:@MilagroMendoza email: psi-milagromendoza@hotmail.com

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