Artur Mas se echa atrás en su plan soberanista consciente de que se hunde en las urnas

/ 12 junio 2013

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, mostró ayer su propósito de agotar la legislatura al margen de si la consulta soberanista se celebra en 2014, y descartó tomar «decisiones unilaterales» en este proceso, porque, según indicó, pasos de esta «magnitud» se deben asumir por «amplias mayorías».

Artur Mas (Foto: Generalitat Catalunya)

Artur Mas (Foto: Generalitat Catalunya)

En rueda de prensa tras la reunión del Consell Executiu, Mas invitó de nuevo a PSC y a ERC a formar parte del Govern, con la única condición de que sus propuestas sean «realistas» ante la actual coyuntura económica. No obstante, reconoció que en estos momentos «no hay ninguna posibilidad» de que los socialistas entren en el Ejecutivo catalán.

Mas subrayó que sólo podrá alterar su determinación de completar la legislatura «la pérdida de apoyos estables» en el Parlament. Al respecto, resaltó que si la consulta no se celebra en 2014, la legislatura también «acabará al final», es decir en 2016. «Hay otros objetivos que queremos cumplir además de la consulta», especificó el president.

Sobre el debate soberanista descartó toda posibilidad de proceder a una declaración unilateral de independencia. Mas apuntó que hay procesos que «no se pueden ganar por el 50 y pico por ciento», sino que se necesita «mayorías amplias». También indicó que la consulta no tendría «vinculación jurídica», pero si un carácter «orientativo». En este sentido, dejó claro que en ningún caso llamar a votar a los catalanes implica la independencia «inmediata en 24 horas».

En su intervención, Mas dio a conocer el Plan de Govern 2013-2016, una batería de 77 objetivos, 355 medidas y 212 actuaciones ejecutivas. El plan gira en torno a siete ejes: recuperación económica, cohesión social, derecho a decidir, estabilidad financiera, transparencia de la administración, desarrollo sostenible y proyección exterior. Entre las medidas, figura la creación de una administración tributaria catalana, un banco público y una especie de Seguridad Social.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, valoró ayer el plan de gobierno y condicionó la entrada en el Ejecutivo a que haya fecha para la consulta. Rovira insistió en que debe presentarse una solicitud formal al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Desde CiU, Jordi Turull dio por hecha la petición al Gobierno. «A Mariano Rajoy se le ha comunicado la consulta mirándole a los ojos», enfatizó.

Para el portavoz del PPC en el Parlament, Enric Millo, el plan presentado por Mas carece de credibilidad porque no va acompañado de unos presupuestos, por lo que es como «un castillo de fuegos con pólvora mojada». ICV-EUia y Ciutadans atribuyeron la comparecencia del presidente catalán a un intento de «salvarse», mientras que la CUP advirtió de que si no se celebra la consulta en esta legislatura sería un «fraude democrático».

EL PAÍS dice que «Mas suaviza sus planes soberanistas para intentar agotar la legislatura». Según LA RAZÓN, «Mas aparca el soberanismo unilateral y acepta la ‘vía Duran'». Para ABC, «Mas asume el peso de España» y rectifica. Desde otra perspectiva, LA VANGUARDIA apunta que «Mas traza la hoja de ruta para culminar la legislatura en 2016». Por su parte, EL PERIÓDICO señala que tras los malos resultados de la encuesta GESOP, «Mas da largas a ERC».


Texto del resumen de noticias de los servicios de prensa de Moncloa

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