El Gobierno acepta incorporar un «relator» a la mesa de negociación de Cataluña

/ 6 febrero 2019

El Gobierno ha aceptado la incorporación de un «relator» a la mesa de partidos para debatir el futuro político de Cataluña. Según explicó en los pasillos del Senado la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, se trataría de una figura «neutral» que «tome nota, convoque y coordine las reuniones», pero no alguien «ajeno a la situación de Cataluña», sino que «entienda bien de todo lo que estamos hablando, de la unidad del Estado y del orden constitucional». Para el Gobierno este papel se aleja del de un «mediador internacional», como pretendían los independentistas.

Quim Torra (Foto: JxCat)

Quim Torra (Foto: JxCat)

La consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Elsa Artadi, calificó de «buena noticia» que el Gobierno contemple la presencia de un relator en la mesa de diálogo de partidos. Por otra parte, consideró «poco realista» condicionar el veto a los Presupuestos a frenar el juicio del procés, en referencia a las declaraciones del presidente del grupo de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, quien ayer condicionó la retirada de la enmienda a la totalidad a los Presupuestos presentada ayer al «cese de la represión» contra el independentismo y a que haya «concreción» en las mesas de diálogo.

En la sesión de control al Gobierno en el Senado, el portavoz del PP, Ignacio Cosidó, pidió a Calvo que aclarara la revelación que hizo el presidente del PSC, Miquel Iceta, en TV3 sobre la posibilidad de la presencia de «alguien que dé fe» en la mesa de diálogo de partidos catalanes. Cosidó consideró que aceptar «un verificador» en las negociaciones es tanto como reconocer que hay un conflicto internacional, reconocerle soberanía a la otra parte y vulnerar la Constitución». «¡Eso significa traicionar a España!», espetó. Calvo garantizó que el Gobierno no va hacer nada «al margen de la Constitución» y recordó que no hay nada de ilegal en dialogar. «Si dialogar es un delito, soy culpable y espero mi condena», respondió a Cosidó.

En un comunicado, el PP criticó al Gobierno por asumir la «demanda de bilateralidad» de los independentistas y calificó de «puñalada por la espalda a la Justicia» aceptar mediadores en el diálogo a pocos días de que empiece el juicio del procés.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, reprochó que Sánchez «vuelve a ceder ante los separatistas y acepta un mediador para negociar privilegios con Torra». «Una humillación intolerable para España», apostilló.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, advirtió en el pleno del Senado de la imposición de «condiciones imposibles» para negociar, como el reconocimiento del derecho de autodeterminación o la puesta en libertad de los presos. «En ese caso, habrá que suspender la terapia del ibuprofeno», dijo, en relación a la política de ‘mano tendida’ del Gobierno. No obstante, abogó por la vía del diálogo «para encontrar soluciones en el marco de la Constitución» y reiteró que el Ejecutivo «no hará ninguna concesión» fuera de la Carta Magna.


(Texto de elaboración propia realizado a partir del resumen de noticias de los servicios de prensa de Moncloa)

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