¿En qué consiste un parto no medicalizado?

/ 24 enero 2019

Seguramente has oído hablar sobre los beneficios de un parto no medicalizado, pero ¿conoces esas famosas ventajas y los pasos de un parto natural? Te damos toda la información que necesitas para tomar la mejor decisión para ti y tu bebé.

¿Qué es un parto no medicalizado?

Hablamos de parto no medicalizado cuando no existe ningún tipo de intervención farmacológica para mitigar el dolor. Durante el mismo, se tienen mínimas intervenciones médicas, como es la monitorización constante del pequeño y de la madre durante el proceso.

De acuerdo a la OMS, el parto es un proceso natural y debe tratarse como tal; con la madre siendo quien tome las decisiones importantes y se encuentre al mando de la situación, salvo en los casos en que haya complicaciones y sea muy necesaria la intervención médica.

Ventajas del parto natural

• Las técnicas empleadas para el parto natural no resultan invasivas, de tal manera que se reducen los riesgos o posibles efectos secundarios para tu pequeño y para ti.

• Al no haber medicamentos que te mantengan adormecida, tendrás más posibilidades de movimiento, lo que te permitirá encontrar la postura perfecta con la que te sientas más cómoda. Además, al momento de pujar estarás más consciente, lo que reducirá el tiempo.

• Como complemento del punto anterior, el hecho de que puedas contribuir de manera más activa en el nacimiento, garantiza que tu bebé salga de manera más rápida, sin la necesidad de esos incómodos fórceps o ventosas para sacarlo.

• Un parto natural llega a ser motivo de orgullo por el control ante la situación.

• Se afianzan los lazos con tu bebé por el contacto piel con piel. Tu bebé podrá succionar tu pecho enseguida, manteniéndolo más cálido y relajado, disminuyendo así el trauma del nacimiento.

• Además de avivar la conexión con tu pequeño, también se fortalecerán los lazos con tu pareja, ya que podrá contribuir activamente en el proceso, trabajando a tu lado para disminuir el dolor.

Pasos del parto no medicalizado, ¿qué esperar?

Al inicio del parto, se da lugar a las contracciones uterinas, seguidas por el borramiento del cuello uterino y finalmente la dilatación del mismo. La fase más activa se inicia a partir de los cuatro centímetros de dilatación y se conforma por cuatro fases:

1. Fase prodrómica o preparto: no tiene un inicio bien definido ya que cada mujer es distinta y lo percibe de diferentes maneras o no lo percibe en absoluto. Comienza con el incremento de las contracciones, tanto en frecuencia como en intensidad, seguido de la expulsión del tapón mucoso y algunas molestias en la pelvis.

2. Fase de dilatación: considerada como la antesala del parto. Las contracciones se hacen más intensas, duraderas y se producen a intervalos cada vez menores. La mujer puede permanecer en esta etapa durante varias horas, (de 18 a 20 horas en madres primerizas). Finaliza cuando la dilatación llega a un diámetro de 10 centímetros.

3. Fase de expulsión: esta es la más corta de todo el parto. Tras la dilatación completa del cuello uterino, la madre siente un impulso incontrolable de pujar, acompañado de presión en el periné. Durante la salida de la cabeza, se puede tener una sensación intensa de calor, que muchos han llamado “corona de fuego”.

4. Fase de alumbramiento: en esta etapa se da la expulsión del cordón umbilical y la placenta. Suele ocurrir de 5 a 30 minutos tras el nacimiento.

¿Es mejor un parto natural?

Todo depende de la personalidad de cada mujer y las condiciones del embarazo. Los expertos recomiendan un parto natural por todas las ventajas citadas. No solo es bueno para el bebé, sino también para la madre, ya que puede tener el control absoluto sobre su cuerpo y participar de manera activa durante todo el parto.

Muchas mujeres sienten temor por el dolor y el comportamiento que deben tener durante el proceso, pero con el apoyo adecuado por parte de los expertos y la preparación suficiente, todo puede resultar sumamente satisfactorio, rápido y sencillo.

¡Quiero un parto no medicalizado! ¿Qué debo hacer?

Si ya te has decidido por un parto natural, llega el momento de los preparativos. No dudes a la hora de crear un plan de nacimiento que te haga sentir más cómoda y segura. Te sugerimos:

• Asistir a entrenamientos profilácticos, que te ayudarán a afrontar todo el proceso de manera más cálida.

• Apoyarte en un especialista enfocado en partos naturales, y aclarar todas las dudas que tengas.

• Profundizar sobre la información disponible, esto te ayudará a tener presente el momento en el que te encuentras y tomar las cosas con más tranquilidad.

Aunque puedes tener un parto no medicalizado en un hospital tradicional, tal vez lo mejor sería hacerlo en casa o en un centro especializado, en el que cuentes con profesionales que estarán más involucrados con tu comodidad y relajación. Recuerda, en ese momento lo más importante eres tú.

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