Rajoy sigue sin confirmar si fue espiado por EEUU, pero convoca a su embajador

/ 26 octubre 2013

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ordenó ayer al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, que convoque al embajador de EEUU en Madrid, James Costos, para recabar información sobre un supuesto espionaje a España.

Rajoy Obama - Foto: La Moncloa

Rajoy Obama – Foto: La Moncloa

El jefe del Ejecutivo informó de esta decisión en la conferencia de prensa que ofreció al término del Consejo Europeo de Bruselas, en la que precisó que el Gobierno no tiene constancia de que haya habido espionaje de EEUU a dirigentes políticos españoles. Con el fin de aclarar este asunto es para lo que ha pedido al titular de Exteriores que convoque al embajador estadounidense, según explicó Rajoy, quien dijo que el espionaje no cabe entre países «amigos y aliados».

Mariano Rajoy avanzó que hasta que no tenga toda la información no tiene previsto adoptar ninguna medida, en tanto no se conozca si pueden ser ciertas o no las informaciones sobre el supuesto espionaje a España. «Soy el presidente del Gobierno, y cuando tomo las decisiones, las tengo que tomar muy fundamentadas», recalcó, antes de insistir en que ya se verá cuáles son los próximos pasos que da el Gobierno en función de la información que vaya recibiendo. El embajador estadounidense ha sido convocado el próximo lunes para tratar este asunto.

Preguntado por el hecho de que Alemania y Francia hayan informado de que se van a dirigir al Gobierno estadounidense por este asunto, el presidente señaló que en este tipo de cuestiones las decisiones se adoptan de forma individual por parte de cada país en función de lo que considere oportuno. «Las decisiones en esta materia no corresponden a la UE, sino que son competencia exclusiva de los estados miembros, y Francia y Alemania han decidido hacer una cosa y los demás podemos decidir lo mismo u otra cosa», reiteró.

Los Veintiocho acordaron una declaración en la que subrayan que «la cooperación debe basarse en el respeto y la confianza, incluyendo todo lo que se refiere al trabajo y la cooperación entre los servicios secretos». En este sentido, los diarios destacan que la excepción fue el primer ministro británico, David Cameron, quien defendió los servicios de Inteligencia estadounidense y británicos. Cameron evitó dar explicaciones sobre si Reino Unido estaba al tanto de las actividades de espionaje de EEUU, aunque sí que criticó al ex analista de la Agencia Nacional de Edward Snowden, y a los medios de comunicación como los enemigos que hacen, dijo, que «este mundo sea más peligroso».

 


(Texto de elaboración propia realizado a partir del resumen de noticias de los servicios de prensa de Moncloa)

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