Rodrigo Rato fue advertido de que las tarjetas black eran «mala praxis»

/ 21 febrero 2015

El ex consejero de Bankia Francisco Verdú, número dos de la entidad entre junio de 2011 y mayo de 2012, declaró ayer como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu sobre las tarjetas black de la caja. Verdú es uno de los exdirectivos que no usó la tarjeta B pese a ser titular de una.

Rodrigo Rato (Foto: FMI)

Rodrigo Rato (Foto: FMI)

Según relató, en febrero de 2012 el entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato, le entregó un sobre con la tarjeta y le dijo: «Puedes usarla como quieras» y le informó de que tenía un límite anual de 75.000 euros. Verdú la rechazó y le dijo a Rato: «No la puedo aceptar, me parece una mala praxis». Según explicó al juez, él ya tenía una Visa de empresa y que «por oficio bancario» no concebía que las tarjetas no se justificasen. «En 30 años de banca no había visto nada parecido», añadió. Rato le dijo que también tenían una el exvicepresidente José Manuel Fernández Norniella e Ildefonso Sánchez-Barcoj, exdirector general.

Verdú negó haber solicitado la tarjeta, pese a existir un documento con su firma y un límite para la Visa de 68.000 euros. «¡Esta firma no es la mía! ¡No tiene nada que ver con la mía!», protestó ante el juez, e insistió en que se trata de «un garabato» que él nunca rubricó.

Cuando el fiscal Anticorrupción le recordó que Rato había declarado no haber tratado el asunto de las tarjetas con él, Verdú respondió: «Recuerdo perfectamente la conversación», y detalló que antes de entregarle la tarjeta hablaron sobre el decreto que limitaba el sueldo a directivos de entidades con ayudas.

Rodrigo Rato reaccionó a la declaración de Verdú y negó haberle entregado en mano la tarjeta, ni a él «ni a nadie», al tiempo que se preguntó por qué no había denunciado esa «mala praxis». «Si le parecía tan irregular, ¿por qué no lo planteó formalmente de alguna manera?», planteó. «Y en todo caso, dada su experiencia, profesionalidad y que era consejero delegado, no debió darle mucha importancia, ya que no realizó ninguna actuación que a mí me conste. No tengo ni una carta ni un email denunciándolo», añadió.

Hacienda multó a Caja Madrid por uso ilegal de la cuenta de las tarjetas opacas

Las dos cuentas a las que iban a parar los gastos de las tarjetas blackde Bankia – un total de 15,5 millones de euros entre 2003 y 2012 – fueron auditadas indirectamente durante años por el Ministerio de Hacienda, según publica hoy EL PAÍS.

En la información remitida por el Ministerio de Hacienda al juez Andreu sobre el historial fiscal de Caja Madrid figuran tres actas de conformidad correspondientes a los años fiscales de 2004, 2005 y 2006 en las que la entidad acepta pagar a Hacienda una multa por haber declarado como gastos de representación deducibles en el impuesto de sociedades conceptos que no lo eran. Esos gastos, por valor de 3,5 millones, correspondían a las dos cuentas asignadas a las tarjetas black, de los cuales sólo eran deducibles 2,2 millones. Así, estas cuentas, las mismas que el FROB denunció al fiscal anticorrupción, fueron revisadas por Hacienda, que constató que el 36% de los pagos de los consejeros no estaban relacionados con la actividad de la caja.

Fuentes de Hacienda explicaron que las inspecciones «no comprueban quién hace el gasto» ya que, al tratarse de una investigación sobre el impuesto de sociedades, los inspectores comprueban los gastos no deducibles «pero no pueden llegar a los autores ni pueden saber que esas cuentas estaban ligadas a una tarjeta».

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(Texto de elaboración propia realizado a partir del resumen de noticias de los servicios de prensa de Moncloa)

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