Sentencia del ‘Caso Faisán’: año y medio de cárcel a dos policías por el chivatazo a ETA

/ 17 octubre 2013

La Audiencia Nacional condenó ayer al exjefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamies, y al inspector jefe José María Ballesteros, a un año y medio de prisión y cuatro años de inhabilitación por revelación de secretos por el chivatazo a ETA en el bar Faisán, que frustró una operación contra la banda terrorista en 2006.

Dirigentes de ETA encapuchados (Foto Gara)

Dirigentes de ETA encapuchados (Foto Gara)

La sección tercera de la Sala de lo Penal les ha absuelto del delito de colaboración con organización terrorista, al entender que el chivatazo no fue una «acción directa de los acusados para favorecer una actuación puntual» de la banda, sino que la intención era «no entorpecer el proceso que estaba en marcha para lograr el cese de la actividad de ETA». Los magistrados recuerdan que en este caso no hubo «una voluntad de realizar la conducta típica prevista para el delito de colaboración con banda terrorista, que es la de favorecer la actividad de la organización cualquiera que sea el móvil», sino que su intención era no obstaculizar el diálogo de paz entre el Gobierno y ETA aprobado por el Congreso en 2005.

Según la sentencia, el chivatazo no puso en peligro la «convivencia pacífica entre los ciudadanos», que es lo que se trata de proteger en los delitos de terrorismo, pero los condenados sí consiguieron evitar una operación «revelando unos datos de los que ya tenían conocimiento por razón de su cargo y que por naturaleza deben mantener el sigilo».

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pedía para ellos hasta 2 años de cárcel por revelación de secretos y «alternativamente» cinco años por colaboración con banda armada, delito por el que las acusaciones ejercidas por la AVT, Dignidad y Justicia y el PP también pidieron que se les condenara, en algún caso, hasta 10 años de cárcel.

La sentencia, que confirma de forma oficial que se produjo el chivatazo a ETA, considera probado que Pamies fue quien, el 4 de mayo de 2006, dio el soplo al dueño del bar Faisán de Irún, Joseba Elosua, que tiró por tierra una operación contra la red de extorsión de la banda, y que lo hizo con la «colaboración imprescindible» de Ballesteros.

La sentencia, que las defensas recurrirán ante el Tribunal Supremo, condena a Pamies, como autor material y directo, y a Ballesteros, como cooperador necesario, de un delito de encubrimiento y revelación de información obtenidos a través de su cargo, que no deben ser divulgado con grave daño para la acusación pública.

El Gobierno espera al fallo firme

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, después de conocer la sentencia de la Audiencia Nacional, señaló: «yo no hago valoraciones de las sentencias, lo que hago es cumplirlas. La acataremos cuando proceda y cómo proceda, cuando se nos notifique y tenga firmeza».

Por otro lado, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que dirigía Interior cuando se produjo el chivatazo, subrayó su respeto hacia la sentencia, al tiempo que señaló que será el Supremo el que tenga «la última palabra». A Rubalcaba se refirió el diputado del PP Ignacio Gil Lázaro, quien consideró que la sentencia demuestra que el líder socialista pasó 3 años «mintiendo» al Congreso y, en consecuencia, a la sociedad.

 


(Texto de elaboración propia realizado a partir del resumen de noticias de los servicios de prensa de Moncloa)

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