Así fue la defunción por orden política de la Radio Televisión Valenciana (RTVV)

La Nube / 30 noviembre 2013

Radio Televisión Valenciana (RTVV), la primera televisión autonómica en España, se apagó ayer tras 24 años de existencia. Hacia la medianoche del jueves el Gobierno valenciano suprimió la señal de Ràdio 9, en plena emisión de La Taula Esportiva, un programa de máxima audiencia.

La comisión liquidadora nombrada en secreto por el Ejecutivo de Alberto Fabra a última hora del jueves se dirigió entonces hacia la sede de Canal Nou en Burjassot. Mediada la madrugada, los trabajadores recibieron una comunicación de la empresa que les decía que no acudieran a sus puestos de trabajo por encontrarse en situación de «permiso retribuido», pero muchos de ellos ya se habían concentrado en los estudios de la cadena.

Los trabajadores de la televisión autonómica iniciaron una emisión especial para contar lo que estaba pasando en directo, en la que participaron dirigentes políticos de la oposición, entre ellos cuatro diputados de Compromís, dos de Esquerra Unida, la coordinadora de la federación autonómica de IU, y tres del PSPV. Por teléfono participaron el secretario general del PSPV, Ximo Puig, quien equiparó lo que estaba sucediendo con el «golpe de Estado» del 23-F, y el expresidente Joan Lerma, que creó RTVV.

Los miembros de la comisión liquidadora, acompañados de un técnico en electrónica encargado de cortar las emisiones, se dirigieron al control central de la cadena sobre la una de la madrugada. Pero el comité de empresa y los trabajadores de Canal Nou se lo impidieron y, según reflejan los diarios, se vivieron escenas de tensión. El técnico – conocido como Paco Telefunken – decidió marcharse sin efectuar el apagón televisivo. Los liquidadores presentaron entonces una denuncia ante el juzgado de guardia de Paterna por «usurpación y coacciones», en la que se reclamaba como medida cautelar el desalojo de las instalaciones.

Mientras, la televisión siguió emitiendo sin interrupción, y Ràdio 9 recuperó la emisión a través de un segundo canal. A las 8.40 de la mañana, en un último acto simbólico, los periodistas entrevistaron a Beatriz Garrote, presidenta de la Asociación de Víctimas del accidente del metro de Valencia, en el que murieron 43 personas y 47 resultaron heridas. Hasta entonces, según denunciaron los propios trabajadores de la cadena, no había tenido cabida en la televisión autonómica debido a una «orden política».

La orden judicial de desalojo llegó hacia las diez de la mañana, bajo advertencia de intervención policial. A las doce, los miembros de la comisión liquidadora, acompañados de una treintena de agentes de la policía autonómica, accedieron al control central y a las 12.15, tras doce horas ininterrumpidas de emisión en directo, el canal se fue a negro.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al ser preguntado en rueda de prensa por el cierre de la televisión valenciana, consideró «enormemente doloroso» que los profesionales pierdan su empleo y consideró que cerrar una empresa siempre es «una decisión muy difícil». El portavoz del PP en la Cortes valencianas Jorge Bellver lamentó la «manipulación política de la izquierda en el cierre de RTVV para sacar rédito mediático de una situación dramática para los trabajadores y sus familias». Defendió que la medida se ejecutara «lo antes posible para evitar que se alargara una situación de incertidumbre ante un cierre que ya estaba decidido».

«Canal 9 muere en directo», titula EL PAÍS. «Caos y drama en el cierre de la tele valenciana», señala EL MUNDO, que destaca que «el tripartito pide el voto en directo para una nueva TV». ABC habla de «tenso apagón de Canal Nou». «La televisión valenciana se apaga», titula LA RAZÓN. LA VANGUARDIA titula: «Fabra apaga Canal 9» y resalta la «resistencia de sus trabajadores» en una «noche de rebelión». EL PERIÓDICO refleja en portada: «Fabra cierra a la brava las emisiones de Canal 9».

(Texto de elaboración propia realizado a partir del resumen de noticias de los servicios de prensa de Moncloa)

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