El Barça, campeón de la ACB tras ganar el cuarto partido al Real Madrid (83-81)

/ 26 junio 2014

El Barça se llevó el título de la Liga Endesa. En una comunión perfecta con un Palau volcado, el equipo blaugrana dominó al ritmo de Huertas, Navarro o Tomic, venció por 83-81 y sentenció por 1-3. El Real Madrid luchó hasta el final, reponiéndose a un -12 y llegando a igualar a un minuto, pero un triple de Lampe a 21 segundos decidió la contienda

El Barça de baloncesto, campeón de la ACB (Foto ACB)

El Barça de baloncesto, campeón de la ACB (Foto ACB)

El equipo blaugrana se hizo fuerte en un Palau Blaugrana repleto y volcado, y levanta su 17º título de liga, el cuarto en la era Xavi Pascual y el octavo para el jugador más laureado en era ACB, Don Juan Carlos Navarro.

El Barça sabía que ésta era su gran oportunidad, que con el Palau de lado y el equipo en un auténtico estado de gracia, tenía que rematar. Y fue a muerte a por ello: defensa intensa, sin ceder un ápice, y un ataque tan eficaz como letal por momentos.

Marcelinho Huertas volvió a ser el timón de las grandes ocasiones, Juan Carlos Navarro elevó el cartel de ‘peligro’ cada vez que tocaba el balón, generando siempre algo, y Ante Tomic causó estragos en la zona del Real Madrid con su mera presencia, facilitando espacios para que Nachbar, Oleson o Abrines castigaran de tres.

Fue un choque formidable, otra vez de anotación alta pero sin caer en los niveles de acierto del primer o del tercer envite. Y es que el Real Madrid, tan herido como orgulloso, entabló batalla hasta el final. Su última ventaja fue el 4-5, pero jamás se rindió, ni siquiera cuando estuvo 12 abajo. Tampoco cuando Pablo Laso fue descalificado a 16 minutos del final, con el equipo a 9 puntos. Peleó y compitió por ganarse una última batalla ante su público, e incluso llegó a igualar a un minuto del final.

Tuvo cinco oportunidades para ponerse por delante, pero sus tiros no entraron y el Barça, cuando más tocado parecía y con el partido igualado, supo sentenciar con un triple esquinado de Maciej Lampe a 21 segundos del final y los posteriores tiros libres.

Juan Carlos Navarro, ese chico que garabateó un 3-0 en una pared en Sevilla en 1999 junto al también imberbe Pau Gasol, fue una vez protagonista con 14 puntos. Su temple, acierto y liderazgo fueron determinantes una vez, y van muchas. Si en este Playoff ha batido un sinfín de récords, éste es el más trascendente: conquista su octavo título liguero, convirtiéndose en solitario en el jugador más laureado en era ACB.

Y además lo acompaña con el MVP Orange del Playoff Final, el tercero de su carrera y que le lleva a un hito tampoco visto hasta el momento. Atrás quedan Sabonis y Felipe Reyes con dos.

El Barça no tarda en tomar el mando

Para el Real Madrid, el partido nació con una doble premisa: defender con el cuchillo entre los dientes y encontrar a Rudy Fernández, tan brillante en los dos primeros partidos como desenchufado en el tercero. Y si en defensa mejoró notablemente, en ataque Rudy se erigió en absoluto protagonista: suyos fueron los cuatro primeros tiros blancos y seis de los 10 puntos iniciales de los de Laso.

Pero el nivel de acierto madridista no era alto, ni siquiera el de Rudy, y con Navarro como faro y Nachbar y Tomic complementándose bien, el Barça se fue arriba: parcial 7-0 (14-7), y una máxima de ocho puntos (18-10). Amenazaba con romper, y máxime con los precedentes recientes: el ganador del primer cuarto había vencido los últimos 11 partidos entre ambos en un Playoff Final. Y esta vez el periodo inicial era blaugrana (25-19), con una recta final solo mitigada por la entrada de Salah Mejri.

Pero a diferencia del tercer partido, el Real Madrid respondía a los golpes. Felipe Reyes supuso un soplo de aire fresco en el inicio del tercer periodo, combinándose muy bien con Mejri, y el Real Madrid iba acercándose poco a poco (30-27) en un clima cargado de tensión, con la grada muy metida, una técnica al banquillo para cada lado, y piques menores entre los jugadores.

Oleson y Abrines se encargaron de oxigenar el ataque blaugrana con 11 de los 13 primeros puntos culés en el segundo cuarto. Entre ellos, tres triples, para dejar la cuenta del Barça en un magnífico 5/6 en el minuto 15 y establecer una nueva máxima: 40-31.

Pero la racha crecía: Huertas anotó otro triple y se las ingenió para palmear un rebote ofensivo para que Tomic pusiera a su equipo +12 (45-33). En el Real Madrid no había ninguna intención de dejarse ir, de renunciar, y empezó a cargar balones dentro para que Ioannis Bourousis mellase la defensa rival. Una formidable asistencia de Rudy, entre las piernas, para que el griego anotase una fácil bandeja, apuntó que el escenario estaba cambiando. Y cuando Mirotic anotó en una bella finta poniendo a su equipo a cuatro (45-41), quedó muy claro. Al descanso, las espadas seguían en alto: 47-42.

Laso es descalificado pero el Real Madrid no se rinde

El inicio del tercer cuarto se presumía crucial. Y el Real Madrid empezó golpeando, con canastas de Bourousis y Darden (49-47), hasta que Nachbar encendió al Palau con otro triple, el séptimo de su equipo (52-47), y el Barça volvió a tomar el control. Tomic, con dos 2+1 seguidos, abrió brecha (58-49), y entonces se lió: Pablo Laso fue descalificado a 6:07 del final del tercer cuarto por una protesta airada, y el Barça aprovechó para anotar desde el tiro libre y abrir una brecha de 12 puntos (61-49).

El Real Madrid estaba contra las cuerdas. Con su máxima desventaja y sin entrenador, quedaba obligado a la épica, a reaccionar cuando más difícil parecía. Y encadenó buenas defensas y un parcial 0-5 (61-54), pero un triple de Navarro devolvió el control mental al Barça, hasta cerrar el tercer cuarto con 65-57.

Pese a todo, el partido estaba muy abierto. El Real Madrid apretó a seis (67-61), pero cuatro puntos seguidos de Tomic y una lesión de Salah Mejri que lloraba de desesperación en el banquillo devolvieron el +10 al Barça (71-61) y una sensación de que el partido estaba más rato que el marcador. Craso error: este Real Madrid tiene mucho orgullo y siete vidas, y Sergio Llull anotó un 2+1 y un triple (el tercero del equipo blanco en todo el partido) para revivir a los de ahora Hugo López a seis minutos del final.

En un partido tan intenso, los tiros libres y el bonus eran ya cruciales. Y Mirotic supo sacar del partido a Nachbar (eliminado) y asumir el mando con dos tiros libres y un 2+1. En un momento, 73-72 a 4:20 del final.

Cuatro tiros erró el Real Madrid para adelantarse en los dos siguientes minutos. Mirotic, Sergio Rodríguez, Darden y Llull. Pero el Barça, preso de los nervios y quizá descolocado por el orgullo rival, no lo supo aprovechar. A 2:30 del final, el pulso seguía en 73-72. Navarro sacó entonces la quinta de Mirotic y amplió la renta a 75-72 al entrar en los dos últimos minutos, pero Rudy le replicó acto seguido con un enorme palmeo (75-74, 1:40).

Tomic solo pudo anotar un tiro libre y Bourousis llevó la igualdad al choque con un palmeo. El Real Madrid empataba por primera vez desde el 7-7, y solo quedaba un minuto. Navarro la perdía, el tiro de Llull se salía, y el Barça atacaba con 40 segundos para el final. Presión máxima, y Maciej Lampe llevó al Palau al éxtasis con un triple desde la esquina a 21 segundos del final (79-76).

El Real Madrid encontró un tiro rápido para Sergio Rodríguez, pero no entró y a Abrines y Oleson no les tembló el pulso en los tiros libres, por mucho que los blancos volvieran a combatir hasta el final, dejándolo en 83-81.

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