El Gobierno Rajoy pide al Tribunal Constitucional que anule la Ley del referéndum

/ 7 septiembre 2017

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, firmó ayer un escrito por el que ordena a la Abogacía del Estado que interponga un incidente de ejecución de sentencia ante el Tribunal Constitucional en el que pide la anulación de los acuerdos de la mesa del Parlament, dejarlos sin efectos jurídicos y proceder para exigir responsabilidades penales a la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, y a los miembros del órgano rector de la misma que votaron a favor de la admisión a trámite de la ley.

Twitter: Rajoy en Moncloa

Twitter: Rajoy en Moncloa

El Gobierno solicita al tribunal que acuerde la tramitación «preferente y urgente» del incidente y que la medida a adoptar no se limite a «una mera declaración de nulidad». El pleno del Constitucional se reunirá a las diez de la mañana en una sesión que, previsiblemente, admite a trámite la petición del Gobierno.

Asimismo, el jefe del Ejecutivo pidió anoche un informe urgente al Consejo de Estado sobre la ley del referéndum para poder presentar un recurso contra esta iniciativa en el Constitucional.

Por otro lado, la Fiscalía Superior de Cataluña anunció que presentará una querella por los delitos de desobediencia y prevaricación contra los miembros de la Mesa del Parlament que aprobaron la admisión a trámite de la ley del referéndum.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo ayer que el «abochornante espectáculo» vivido ayer en el Parlament fue «un acto de fuerza contrario a la democracia, contrario a los derechos de los parlamentarios, a los derechos de los catalanes y a las competencias de los funcionarios». Sáenz de Santamaría dijo que, personalmente, no había pasado más «vergüenza democrática» en toda su vida, y consideró que los promotores del referéndum se acercan más a «los regímenes dictatoriales y autoritarios que a una democracia».

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, respondió a la vicepresidenta, a la que acusó de «amenazar e insultar» a todos los catalanes, especialmente a los que quieren votar el 1-O.

El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, dijo que ayer fue «un día triste y de vergüenza» para la democracia. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, calificó de «esperpento» y «burla absoluta» a la democracia la sesión del Parlament y anunció que el Gobierno actuará «en consecuencia».

 


(Texto de elaboración propia realizado a partir del resumen de noticias de los servicios de prensa de Moncloa)

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