Europa admite que pese al rescate bancario no fluyó el crédito para negocios y ciudadanos

/ 19 noviembre 2013

El cuarto informe de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional sobre el rescate bancario español, publicado ayer, advierte de que el sector financiero en España sigue siendo «vulnerable» y debería reforzar sus reservas de capital para hacer frente a choques externos como nuevas recaídas de la economía a nivel nacional o global. A la recuperación «suave» de la economía no le favorecerá la falta de crédito, algo que preocupa a Bruselas, que considera que la situación «tocará fondo» en 2014.

Dinero y euros (Foto: portal oficial UE)

Dinero y euros (Foto: portal oficial UE)

El análisis de la troika achaca la reducida oferta de crédito no a la falta de demanda solvente, como aducen los bancos, sino a las operaciones de compra de deuda pública con dinero obtenido del Banco Central Europeo, que han proporcionado «una importante fuente de ingresos» a las entidades, que sin embargo no han trasladado esa liquidez a la economía real. En el último año las inversiones de la banca en bonos públicos crecieron un 10%, mientras que el crédito al sector privado se ha contraído un 9%. La Comisión avisa de que a largo plazo «se puede desplazar el crédito del sector privado y tener un impacto negativo para la recuperación».

También expresa su preocupación por los restos de activos tóxicos derivados de la ‘burbuja inmobiliaria’, englobados en la Sareb, ante un mercado inmobiliario que «todavía no ha tocado fondo» y que en el último año ha bajado un 12%. Bruselas señala que la Sareb debe «revisar su plan de negocio para tener en cuenta las últimas condiciones del mercado». «Sin signos de estabilización en el mercado inmobiliario, en contraste con las previsiones del actual plan de negocio, existe el riesgo de que las expectativas resulten ser demasiado optimistas», dice el informe. La llamada operación Bull, en la que la Sareb se asoció con los inversores esperando ganancias de la reventa, no ha comportado ganancias hasta ahora y el banco malo «sigue manteniendo parte de esos activos en su balance». Además tiene que competir con los bancos que se están deshaciendo de sus propios stocks de viviendas «con prácticas comerciales agresivas para impulsar las ventas», lo que puede llevar a «conflictos de intereses».

La morosidad de la banca llega al 12,67% y alcanza un nuevo techo

La morosidad sigue siendo el principal problema de la banca española. En septiembre subió hasta el 12,67%, un nuevo máximo, que supone 187.830 millones en créditos de dudoso cobro, 6.888 millones más que en agosto, un 3,8% más. A esto se suma una caída del crédito del 0,59%, 8.930 millones menos en préstamos que el mes anterior.

El BCE da a la banca las directrices de los nuevos test de estrés

Dieciséis entidades financieras mantuvieron ayer una reunión técnica con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en la que dio las directrices para los nuevos test de estrés. Habrá tres exámenes: una evaluación del riesgo, un análisis de la calidad de los activos (tomando los balances a 31 de diciembre de este año) y una prueba de resistencia. En principio, la deuda pública no será considerada como activo de riesgo. Según el ejecutivo del BCE Yves Mersch, «no se ha tomado decisión alguna sobre cómo aparecerán los bonos soberanos en las pruebas de estrés o sobre si el BCE exigirá a las entidades capital adicional para afrontar esos riesgos». En la tercera fase, las pruebas de resistencia, «sí se verá sometida a presión la deuda soberana».

Según destaca EL PAÍS, «la banca pide igualdad de trato al BCE». El diario dice que los directivos de las dieciséis principales entidades españolas «reclaman una normativa homogénea de capital y que no se castigue a la deuda pública ante la futura prueba de estrés». Según EL ECONOMISTA, «El BCE exigirá más capital a los bancos débiles antes de los test de estrés». EL MUNDO destaca que «Draghi advierte a la banca que aún es vulnerable». LA VANGUARDIA señala que «Draghi pone deberes a la banca».

Por su parte, el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), Andrea Enria, consideró que «muy pocos bancos» desaparecieron durante la crisis y acusó a los Gobiernos nacionales de frenar el proceso de reparación financiero por mantener sus entidades.

EL ECONOMISTA adelanta algunos puntos de la nueva ley de cajas, que establecerá un plazo de dos años para elegir a los presidentes de Caixabank, Ibercaja y Unicaja y se elija entre convertir las entidades en fundaciones o en bancos.

 


(Texto de elaboración propia realizado a partir del resumen de noticias de los servicios de prensa de Moncloa)

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