‘La banca contra España’: análisis y opinión de @juantorreslopez

/ 28 noviembre 2013
Juan Torres López

Juan Torres López

Lo que está ocurriendo en España no es otra cosa que el desarrollo de una nueva estafa por parte de la banca, otro colosal engaño al que los partidos políticos mayoritarios (no solo el PP, sino también los nacionalistas de derechas, el PSOE o también Izquierda Unida que no termina de romper con todo esto) no le hacen frente porque son esclavos materiales de los bancos y de las grandes empresas que los financian.

La primera mentira se refiere a la cuantía de las ayudas que los españoles hemos dado y seguimos dando a la banca. No es verdad, como se viene diciendo, que hayan sido de unos 60.000 millones de euros y tampoco es cierto que el rescate haya acabado y que ya no se vaya a dedicar más dinero público a los bancos españoles.

La realidad es otra: si se suman la ayudas a la capitalización (unos 60.000 millones de euros), los avales (110.000 millones), los esquemas de protección de activos (28.000), la adquisición de activos (72.000) y otras ayudas de liquidez (unos 5.000 millones) la ayuda total sería de unos 275.000 millones de euros. Pero si a eso se le añaden, como debe ser a pesar de que la Comisión Europea diga lo contrario, los préstamos del Banco Central Europeo (360.000) y los avales implícitos del Estado al asegurar 100.000 euros por cada titular de depósitos bancarios (792.000 millones) el total de la ayuda recibida por los bancos españoles es mucho mayor, de 1,4 billones de euros (un desglose con más detalle en Carlos Sánchez Mato, Por una banca pública).

La segunda gran mentira es que la situación de la banca española esté saneada cuando lo cierto es que está quebrada prácticamente en su totalidad.

Los grandes banqueros impusieron a los gobiernos de Zapatero y Rajoy una estrategia inteligente para resolver su situación: “tirar de la manta” de las cajas para que quedara al descubierto su insolvencia mientras se seguía ayudando a los bancos privados. Con la excusa de la politización y mala gestión de las cajas ha sido fácil acabar con ellas para que los bancos privados terminen quedándose con el mercado que dejarían libres como forma de salir del hoyo en el que se encuentran .

Pero ni siquiera así, ni con las ayudas millonarias que han recibido, se puede seguir ocultando la situación real de la banca española si no es a base de las mentiras que el señor Botín y sus acólitos se empeñan en difundir mientras cubren su impresionante irresponsabilidad de años anteriores con dinero gratis de los españoles de a pie.

La realidad de la banca española es que su patrimonio neto disminuye y que su deuda es gigantesca a pesar, como he dicho, de las ayudas que ha recibido y de que se le está permitiendo que tome aire sin cesar dándole liquidez prácticamente gratis y sin límite desde el Banco Central Europeo para que haga el negocio del siglo comprando a buen precio deuda pública.

Esta realidad escandalosa se oculta y disimula con la complicidad y ayuda de las autoridades que permiten que se realicen todo tipo de trampas y manipulaciones contables. Empezaron nada más estallar la crisis cuando, en contra de toda lógica y de la transparencia más elemental, se permitió a los bancos que valorasen sus activos a precios de adquisición y no de mercado y han seguido con un rosario de triquiñuelas para ocultar las pérdidas reales y hacer que se generen beneficios donde nos los hay. Bien por la vía de no contabilizar el riesgo de la deuda pública, bien haciendo pasar como capital unos 50.000 millones de euros de los llamados activos fiscales, una especie de “deuda” con Hacienda que se supone que puede recuperarse con los beneficios que se obtengan en el futuro y que además permite que los bancos se ahorren millones de euros en impuestos o que incluso apenas los paguen (Un análisis más detallado de la situación patrimonial de la banca en Vicente Ríos, Españoles, su banco ha muerto).

La consecuencia de todo esto es que mientras que los beneficios de los grandes bancos ha aumentado un 80% en el primer semestre de este año, gracias a todas las ayudas anteriores, el crédito que han concedido ha disminuido en 44.800 millones de euros, y a pesar de que los depósitos han aumentado en un 9% en ese periodo.

Para correr un velo sobre esta situación y contribuir a dar una cierta imagen de recuperación la solución que se viene promoviendo no es otra que aumentar las facilidades para entregar España al capital especulativo de medio mundo, que hace el agosto comprando lo que queda de nuestras empresas y propiedades

Es, en resumen, un robo y una traición en toda regla: gracias a su enorme poder político la banca ha implantado una auténtica creditocracia que mantiene cautivos a los grandes partidos, a los medios de comunicación y a los grandes focos que generan opinión pública. Así consiguen los banqueros mentir sobre la situación patrimonial de sus bancos y obligar a que se le sigan dando ayudas multimillonarias que no usan para dar financiación a las empresas y familias sino para aumentar beneficios a pesar de que están quebrados.

Es imprescindible y urgente exigir que se pongan en claro las cuentas de la banca ante toda la población, para que se sepa lo que hizo en estos últimos años y lo que nos está costando lavarle la cara y que los banqueros recuperen el beneficio a costa de todos los ciudadanos. O se salva a la banca quebrada que va a hundir cada día más a la economía española y a todos los españoles o se acaba con ella y se salva a las empresas y a las personas. Y la solución está a nuestro alcance: crear una banca de nuevo tipo, de servicio público, obligada a financiar correctamente a empresas y consumidores, completamente ajena a la inversión especulativa y bajo un férreo control técnico y social que impida lo que ha ocurrido en España con los bancos privados o con las cajas de ahorros que emularon su forma de actuar al ponerse al servicio de intereses particulares o de los partidos.

(Artículo de opinión cedido por el autor Juan Torres López – juantorreslopez.com)


Juan Torres López: Nacido en Granada (España) en 1954, donde estudió el bachillerato. Está casado y es padre de tres hijos, María, Juan y Lina.

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad de Málaga, carrera que estudió siempre como becario.

Doctor en CC. Económicas y Empresariales desde 1981, dos años más tarde obtuvo la plaza de profesor Adjunto de Economía Política y Hacienda Pública en la Universidad de Granada. En octubre de 1984 se incorporó a la de Málaga como catedrático contratado, plaza que ocupó definitivamente como funcionario en diciembre de 1986 en el área de Economía Aplicada.

Es miembro del Consejo Científico de ATTAC España, ha escrito varios libros y desde octubre de 2008 es catedrático en la Universidad de Sevilla en el Departamento de Teoría Económica y Economía Política.

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