El tratado TTIP como eslabón importante para una evolución equilibrada del capitalismo

/ 8 agosto 2016

El mundo occidental debe adaptarse a una realidad trasnacional e interdependiente siendo el Tratado TTIP un pilar indispensable para la supervivencia de Europa, la competencia de otros bloques y la pujanza de los países emergentes obliga a Europa a una alianza con un país, EEUU, el cual simboliza la defensa del libre mercado frente a movimientos totalitarios y desestabilizadores.

La evolución de nuestro tiempo obliga a una unión entre aquellos que defendemos valores similares, la celeridad de los cambios no permite más dilaciones indebidas.

En todas las áreas económicas, políticas y sociológicas estamos asistiendo a grandes transformaciones, así podemos observar cómo estamos transitando de una gran devoción al petróleo y de ensalzar su indispensabilidad a observar como los fabricantes de automóviles se aferran a lo eléctrico con gran celeridad o como el sistema energético se apoya cada día más en las energías limpias y renovables.

Hace no demasiado tiempo la máquina de escribir constituía un elemento indispensable en cualquier oficina de trabajo, hoy constituyen elementos anclados en la prehistoria o meramente decorativos.

Parece como si hubieren pasado dos siglos desde la defunción de la máquina de escribir y sin embargo es realmente reciente. Si nos centramos en el negocio bancario, vemos una evolución celerísima desde una banca convencional a las denominadas entidades Fintech, las cuales aprovechan las tecnologías más desarrolladas para crear productos innovadores.

En estos días, cuando Europa está absorbiendo el shock de la salida británica de la Unión Europea, la crisis bancaria italiana arroja más leña al fuego y acelera las posibilidades de un auténtico cataclismo político y financiero en el viejo continente.

El problema de fondo que subyace es una deficiente arquitectura institucional europea, no existen mecanismos adecuados y vigorosos para hacer frente a actuaciones nacionales irrespetuosas con las realidades trasnacionales en la que nos encontramos. Hoy en día, no encontramos intereses europeos comunes capaces de hacer frente a intereses domésticos y nacionales. El tratado TTIP nos puede ayudar a levantar nuestra altura de miras.

EL TTIP constituye también, indirectamente, una oportunidad para los inversores y los servicios financieros. EEUU ha demostrado tener un ecosistema financiero solvente y equilibrado que perdura a lo largo del tiempo, en el que con independencia de episodios de shocks puntuales, la apertura y el flujo de capitales coexisten con una seguridad jurídica y una transparencia informativa de la que adolecemos en algunas partes de nuestra querida Europa.

Existen creadores de opinión que, bajo una aparente defensa del control de legalidad de estos tratados, invocan la potencial infracción de derechos civiles, económicos, culturales y medioambientales sin percibir que la apertura y el aire fresco que subyace en el tratado TTIP son las mejores garantías de nuestros valores occidentales.

La hegemonía de la democracia liberal está siendo sacudida por ciertos populismos, que no aceptan que nuestro sistema de libertades, de derechos y de valores ha elevado también el nivel de vida de occidente hasta cotas insospechadas.

Por todo ello, es preciso retomar con firmeza y racionalidad la defensa de los valores que han producido la grandeza de occidente, el tratado TTIP constituye un paso adelante en esta dirección, perfeccionémoslo pero defendamos su implementación, las futuras generaciones europeas lo agradecerán.

Juan Munguira González

Miembro del Comité de Gobierno Corporativo OCDE

Profesor del Mercado de Valores

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