Ucrania y los separatistas prorrusos acuerdan un alto el fuego y la supervisión internacional

La Nube / 11 febrero 2015

Ucrania y los separatistas prorrusos acordaron anoche un alto el fuego y un mecanismo para su supervisión, tras las consultas con los mediadores de Rusia y la OSCE en vísperas de la cumbre de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia prevista hoy en Minsk.

Las partes aceptaron la retirada de armamento pesado y abordaron el estatus de las regiones de Donetsk y Lugansk, así como la celebración de elecciones locales en las zonas rebeldes, según informó la agencia de noticias rusa Tass. Otras fuentes, citadas por la agencia Ria, señalaron que era «muy pronto» para hablar de alto el fuego. Los diarios dan por hecho que hoy se celebrará la reunión, con la asistencia de la canciller alemana Angela Merkel, el presidente francés, François Hollande, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y el presidente ruso, Vladimir Putin, quien anoche aún no había confirmado su presencia.

Durante el día de ayer se intensificaron los ataques en el este de Ucrania. A primera hora, el Ejército ucraniano inició una ofensiva al este de Mariupol, en el sur del país. Posteriormente, una lluvia de misiles sobre la ciudad de Kramatorsk, en la región de Donetsk, causó al menos quince muertos y varias decenas de heridos. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, acusó a los rebeldes del ataque, que no sólo alcanzó el cuartel general del Ejército, sino también una zona residencial y detalló que la ciudad fue atacada con cohetes Tornado, de fabricación rusa y con un alcance de hasta 90 kilómetros. Los separatistas rechazaron las acusaciones del presidente ucraniano. «Al contrario que Ucrania, nosotros no disparamos contra ciudades con población civil», aseguró el líder rebelde Eduard Basurin.

El presidente estadounidense, Barack Obama, telefoneó al presidente ruso, Vladimir Putin, al que conminó a aprovechar la «oportunidad» para alcanzar una solución pacífica al conflicto de Ucrania que supone la cumbre de Minsk y advirtió de que si Rusia continúa sus «agresivas acciones en Ucrania, incluido el envío de tropas, armas y financiación en apoyo a los separatistas, los costes para Rusia crecerán». Antes, Obama habló con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, a quien trasladó su «fuerte apoyo» a las negociaciones de paz y a «la soberanía e integridad territorial» de Ucrania.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, señaló tras reunirse con Poroshenko en Kiev que la reunión de Minsk es «una de las últimas oportunidades para la paz» y que si fracasa, se abrirá un escenario «de consecuencias impredecibles». Margallo – que también se reunió con el primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk y con el ministro de Asuntos Exteriores, Pavlo Klimkin, quien agradeció la «ayuda militar y técnica» prestada por España – insistió en que el objetivo es «alentar una solución negociada» y señaló que «en este momento» la entrega de armas a Ucrania «no está en la mesa del Consejo de Ministros».

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(Texto de elaboración propia realizado a partir del resumen de noticias de los servicios de prensa de Moncloa)