‘Nuestros Madibas’, la opinión y análisis de Carlos Matías (@carlosmatiasb)

/ 12 diciembre 2013

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Carlos Matías

Carlos Matías

Reconozcámoslo. Algo de razón llevaba Jiri Rusno, el primer ministro de la República Checa, cuando dijo que ir a Sudáfrica al funeral por Nelson Mandela era un auténtico fastidio. De los casi cien mandatarios de todo el mundo presentes en la ceremonia, más de uno habrá pensado lo mismo en silencio. Porque subirse a un avión, volar durante horas y recorrer miles de kilómetros hasta Johannesburgo para estar en una misa (“interreligiosa”, pero misa) y escuchar a Raúl Castro como colofón a un acto de cinco horas, con mal tiempo y bajo una persistente lluvia, no parece demasiado estimulante que digamos…

Luchar contra el apartheid le costó a Nelson Mandela, “Madiba”, veintisiete años entre las rejas de Robben Island, una prisión de cuya existencia muchos habrán sabido por la película “Invictus”. Pero hoy sigue habiendo ‘guettos’ para negros y ‘ghettos’ para mestizos, a los que llaman townships’; sigue habiendo pobreza extrema en Soweto y el dinero continúa siendo amasado mayormente por las manos de los blancos, según ha contado Javier Brandoli en el diario El Mundo.

En el Soccer City Stadium han estado muchos políticos ignotos en la defensa de los derechos humanos y otros varios que se han hecho famosos por aplastarlos. Como Teodoro Obiang Nguema, presidente sátrapa de Guinea Ecuatorial. O como Robert Mugabe, presidente dictatorial y militar de la República de Zimbabue; o Lin Yuanchao, vicepresidente de la República Popular China, o como el propio Raúl Castro.

No escasean quienes pretenden esconder tras la fama de Mandela sus propias vergüenzas, o hacerse la propaganda a la sombra del líder negro, “vampirizando” su prestigio y demostrando a las claras su absoluta falta de respeto por el muerto, al que simulan honrar. Pero no es necesario dirigir la vista más allá de nuestras propias fronteras para encontrarlos. Ahí tenemos a Sortu, cuyo presidente, Hasier Arraiz, ha dicho en el homenaje que su partido ha rendido a “Madiba” que “en el imaginario colectivo de mucha gente en Euskal Herria subyace el sueño de que, aquí como allí” se pueda ver al dirigente de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi “algún día como el lehendakari de una Euskal Herria independiente”. Y menos mal que nos ha aclarado que “ni Euskal Herria es como Sudáfrica, ni EH Bildu es la ANC, ni Sortu es el Partido Comunista de Sudáfrica y, por supuesto, Arnaldo Otegi no es Nelson Mandela”, no vaya a ser que nosotros, tristes mortales ignorantes de las sutiles diferencias entre ambos, los confundamos.

Allí, a ese acto celebrado en el Club Náutico de San Sebastián, acudieron Rufi Etxeberria, Joseba Permach, Pernando Barrena, Joxean Agirre, la parlamentaria de EH Bildu Marian Beitialarrangoitia y otros dirigentes de la llamada “izquierda abertzale”, de la que seguimos sin noticias de que haya condenado el terrorismo de ETA, banda armada a la que más de uno de ellos ha pertenecido alguna vez y viene apoyando desde siempre.

Lo dice el periodista Diego Armario en su blog: “Cada vez que muere una leyenda los mediocres se ponen a trabajar para buscarle un sustituto que esté aún vivo porque quieren aprovecharse de una imagen que no se merecen. En definitiva van a lo fácil, y sin pagar derechos de autor, pretenden suplantar al desaparecido”.

Diego Armario sigue: “sin agotar la lista de estos personajes, no hace mucho hemos visto cómo algún político de nuestro país se comparaba con Martin Luther King, y llegó a afirmar que sus aspiraciones coincidían con las que inspiraban la filosofía de Mahatma Gandhi”.

Este prestigioso periodista, ex director de Radio Nacional de España, ex consejero de la agencia de noticias Efe, escritor (autor, entre otros libros, de “Los tontos con poder”) y consultor de Dmasmedia, se está refiriendo al presidente de la Generalitat, Artur Mas, sólo que mientras Mandela (“Madiba”) propugnaba la reconciliación y el acercamiento entre pueblos y razas, Mas propicia un bochornoso simposio de rencor, pretendidamente “histórico” -más bien histérico-, titulado “España contra Cataluña”, para proclamar supuestos agravios del “imperialismo español” contra la “nación catalana”.

Otegi y Mas son algunos de nuestros pretendidos “Madibas”, aunque ninguno de ellos ha estado nunca preso como Mandela en Robben Island. Eso sí, alguien ha escrito sabiamente en Twitter: “cuentan que Mas se quedó una vez encerrado en un ascensor, ojo”.

Sí, algo de razón llevaba Jiri Rusno, el primer ministro de la República Checa, cuando dijo que ir a Sudáfrica al funeral por Nelson Mandela era un auténtico fastidio.

 


Carlos Matías es periodista y ‘web-xplorador’ de la Nueva Comunicación digital de las personas, emprendedores, profesionales, pymes y microempresas.
Editor de TusMedios.es

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